lunes, 3 de febrero de 2014

7 cosas que pueden cambiar tu forma de ver los lunes.




Para la mayoría de las personas conforme el domingo se termina, llega la angustia, la argelería, el estrés y la resignación del temido lunes.

¿Por qué? El lunes marca el inicio de la actividad laboral o escolar, que para muchos significa el inicio de la rutina, de cumplir con las obligaciones. Se termina la convivencia familiar y el tiempo para practicar actividades por gusto. Representa dormir menos y comer peor. Se termina la diversión e inicia el aburrimiento. La relajación da paso al estrés. El “deber ser” se impone al “querer ser”. En pocas palabras, para mucha gente, el lunes es el final de la libertad de ser y de hacer.

Pregúntate por qué te disgustan los lunes

Detrás de ese rechazo, hay razones muy profundas enraizadas en tus creencias y en tu proyecto de vida. Tenes que pensar un poco y descubrir su raíz. ¿Ya no disfrutas tu trabajo? ¿Tu ritmo de vida te drena demasiada energía? Creo que uno debe encontrar el punto donde cada día podamos tener la actitud de los viernes, de seguro vamos a tener los días argeles y lo digo porque a mi me re pasa eso, pero ponele que podes cambiar de actitud los lunes o un día que estemos argel eso haría que muchas cosas cambien, digo no sé, tantas nos estaremos perdiendo por tener una mala actitud cada lunes del año, por eso acá te decimos 7 cosas que te pueden ayudar a cambiar la forma de ver los lunes…

1- ¡Ama tu trabajo!

Aquí hay de dos: o encuentras un trabajo que ames o aprendes a amar el trabajo que tienes. Es más una cuestión de actitud que de estar en cierto lugar, con ciertas personas o haciendo cierta actividad.

2- Cambia el significado

Vives la vida de acuerdo al significado que le das. Tú decides qué sentido tiene el lunes para ti. Qué tal pensar en el lunes como una oportunidad de hacer la diferencia, de aprender algo nuevo, de mejorar, de avanzar en tu proyecto, de dar lo mejor de ti…

Asígnale al lunes una actividad que te motive

Dos ejemplos:

Lunes es el día donde nos reunimos de noche con mis amigos a tomar terere, cantar unas canciones y hablar de la vida. Llega lunes y todos ya saben que debemos juntarnos si o si, entonces el día pasa como que mas rápido sabiendo que tengo algo que hacer luego.

Hacer ejercicios, salir a trotar siempre me motiva y me relaja a la vez porque soy un poco energético y tengo que gastar esas energías o si no me pongo argel, busca un horario donde te quede bien y hace ejercicio, salí a caminar o algo que te guste hacer.

3- Agradece

Cuando somos agradecidos, nuestra perspectiva cambia.

Si te choca el lunes por ver a tu jefe, agradécele por ser tu maestro de paciencia y tolerancia.

Si odias el lunes por el tráfico, agradece tener un coche.

Recuerda que la gratitud es una disciplina. Es una práctica.


4- Organízate
En vez de arruinar el domingo sufriendo por lo que tienes que hacer el lunes, porque te tienes que levantar temprano, por el tráfico, etc., invierte ese tiempo en organizarte y dejar todo listo para que el lunes fluya mucho mejor.

Comprométete a dejar tu ropa lista, tu agenda organizada, tu lista de pendientes priorizada, el menú de la semana planeado, la mochila lista. Los minutos que le inviertas el domingo a tu organización personal, serán recuperados el lunes con tranquilidad. Hasta puedes dejar listo tu desayuno una noche antes, que difícil suena pero es efectivo.


5- Inicia con un ritual matutino


En vez de empezar acelerado o de mal humor, establece un ritual que te relaje y ponga de buenas y si sos creyente ora a Dios para que te cambie el humor. Por ejemplo, tomar un té, escuchar música que te guste, desayunar, organizar la agenda, meditar, acariciar a tus mascotas, bañarte…


6- Desayuna

Dale a tu cuerpo lo que requiere para tener todas las fuerzas para arrancar la semana. Date el tiempo de desayunar con calma y de forma saludable. Evita el consumo excesivo de cafeína.


7- Sonríe y saluda

Te propongo que ante todo y antes que nada: sonrías y saludes. Dos pequeños gestos que pueden cambiar por completo tu actitud y la de los demás. Qué diferente se siente el ambiente de una oficina cuando todos van llegando quejándose del tráfico, o del cansancio o de las noticias, a cuando todos llegan saludando, deseando buenos días, comentando las actividades interesantes del fin de semana…



¿Ya descubriste por qué no te gusta el lunes? ¿De qué otra forma puedes amar los lunes?

1 comentario:

Paz Rolandi dijo...

Yo amo los lunes! Justamente porque para mí son una nueva oportunidad! :) Buenísimos los consejos..

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